Esta obra no es para siempre

El gasto público ya se puso en modo electoral, acelerando las partidas del gasto en capital luego de una caída en 2016 que en términos reales lo hizo retroceder cinco años.

La nueva dinámica pre electoral viene siendo destacada por el propio gobierno, que ha puesto buena parte de su mensaje de campaña en la obra pública.

Es esperable encontrar variaciones interanuales elevadas aún en términos reales, luego del ajuste 2016. La pregunta relevante es cómo está evolucionando este gasto respecto a 2015 (presidenciales) o 2013 (legislativas) y qué características distintivas presenta.

 

Cambiemos y su modelo de obra pública

Una forma de caracterizar el gasto de capital es considerar estas tres categorías:

  • Elevado flujo de fondos: si corresponde a un tipo de obras que requieren erogaciones futuras (por ejemplo, construcción de nuevos hospitales o escuelas),
  • Bajo flujo futuro: obras nuevas o refacción de existentes que implican cierto nivel de mantenimiento,
  • Sin flujo de fondos: son obras de “una sola vez” (programas de vivienda, nuevas rutas, o remodelación de edificios públicos).

 
Si consideramos esta clasificación podemos comprender si el gobierno está emprendiendo obras que implican un mantenimiento futuro o, por el contrario, no suman rigidez al gasto público.

Al observar los primeros cinco meses de cada año entre 2007 y 2017, se destaca que el valor máximo alcanzado se produjo en 2015 para todos los tipos de obra pública. Luego del cambio de gestión se produce un recorte que es particularmente importante en las obras que involucran un elevado o bajo flujo de fondos.

Esta característica expresa la voluntad del gobierno de aplicar el modelo de obra pública que se utilizó en la Ciudad de Buenos Aires: gastos menores que no conllevan elevados costos de mantenimiento y puedan ser recortados con mucha discrecionalidad (de ahí, por ejemplo, la preferencia por el metrobús en detrimento del subte).

 

El renacimiento del gasto de capital al calor la agenda electoral en estos primeros meses de 2017 aún luce modesto. Pese a los anuncios del gobierno, si comparamos en términos reales las diferentes partidas se observa que se mantienen por debajo de 2015, y solo superan a las legislativas previas (2013) en las obras que son más discrecionales (sin flujo de fondos futuros). Se destaca que las obras con elevado flujo de fondos futuros (construcción de escuelas y hospital, entre otras) aún se encuentran un 43% por debajo de los niveles que tuvieron entre enero y mayo de 2015.

Evolución del Gasto de Capital del Gobierno Nacional

Primeros cinco meses de gasto pagado, en valores reales (base 2007=100)

Nota: Serie nominal deflactada por el índice de costos de la construcción
Fuente: elaboración propia en base a Ministerio de Hacienda e INDEC

 

Apretando el acelerador para llegar a octubre

El gasto de capital en estos primeros cinco meses ha ejecutado buena parte de su presupuesto anual. A falta de resultados económicos contundentes que ayuden a la campaña electoral, el gobierno le ha tenido que exigir un poco más. En este punto es importante recordar que en el presupuesto ya se había pautado un crecimiento del 32,1% en estas partidas (más de 10 puntos porcentuales por encima del crecimiento esperado para el gasto corriente).

Pese a tener un elevado presupuesto, hasta mayo se alcanzaron niveles de ejecución superiores al 75% en muchas partidas con elevada relevancia presupuestaria (vivienda, agua potable, transporte y obras en promoción y asistencia social). Estos niveles de ejecución son particularmente considerables si tenemos en cuenta que para esta altura del año lo habitual en el gasto de capital es tener niveles de ejecución levemente superiores al 20%.

En gran medida esta dinámica expresa la recuperación respecto de los importantes recortes sufridos en 2016 (caso de vivienda, agua potable y transporte), mientras que solo en un caso se observa un crecimiento genuino (obras en promoción y asistencia social).

Este último caso se explica por un programa ejecutado por el Ministerio de Interior denominado “Hábitat Nación”, destinados a provincias y municipios. Se destaca que las cinco provincias más beneficiadas por este programa en 2017 vienen siendo Buenos Aires (22%), Santiago del Estero (16%), Salta (8%), San Juan (6%) y Jujuy (6%).

Grado de ejecución del Gasto de Capital 2017

En valores reales

Nota: Dimensión de las esferas expresan la incidencia de cada categoría en el presupuesto. Deflactado por el índice de costos de la construcción
Fuente: elaboración propia en base a Ministerio de Hacienda e INDEC

Cabe esperar para los próximos meses una consolidación de este modelo, que es el mismo que se viene aplicando en la Ciudad de Buenos Aires: pocas obras de relevancia (arroyo Maldonado) y muchas de bajo impacto y alta visibilidad pero que no resuelven los problemas de fondo (la victoria del metrobús sobre la extensión de la red de subte).

Es este nuevo modelo de infraestructura el que busca desarrollar el gobierno nacional. Una estrategia que le permite servirse del gasto público como herramienta electoral pero, a su vez, facilitar mediante “partidas descartables” el camino al ajuste que ya se da por descontado para el 2018.

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