La debilidad del consumo y los cambios en el mercado de trabajo

Como venimos comentando en los últimos informes mensuales, la actividad económica continúa reputando (siempre respecto el alicaído nivel de 2016), sin embargo, se trata de una recuperación heterogénea y desigual: mientras que algunos sectores muestran un dinamismo notable, en otros la ansiada recuperación no pareciera tomar impulso. Tal es el caso del consumo masivo de bienes.
 

De qué hablamos cuando hablamos de consumo

Hablamos del consumo masivo, y no del consumo, debido a que esto puede confundirse con el Consumo Privado de las Cuentas Nacionales (CPriv). A simple vista, cosas que parecen lo mismo, no lo son. En efecto, la construcción del Consumo Privado en las CCNN elaboradas por el INDEC poco tiene que ver con otras variables tradicionales asociadas al consumo masivo de las familias como ventas en supermercados, centros de compra o ventas minoristas.

Una primera diferencia entre ambos tipos de indicadores de consumo radica en que el CPriv no solo mide la adquisición de bienes, sino también de servicios.  Los servicios representan poco más de la mitad del total del gasto de los hogares, y escapa a la mayoría de los indicadores usualmente relacionados al consumo.

Por otro lado, las ventas minoristas de bienes refieren al consumo realizado por los hogares en el país, mientras que el CPriv incluye también aquellos realizados en el exterior (tanto bienes como servicios) e incorpora además un componente imputado a los hogares y todo aquel consumo realizado por instituciones sin fines de lucro (sindicatos, organizaciones religiosas, políticas, comunitarias, etc).

Por último, ambos tipos de indicadores surgen de una construcción muy diferente. Mientras que las ventas en supermercados, centros de compra y minoristas provienen de encuestas, el CPriv tiene origen en una metodología de cálculo denominada “corriente de bienes”.[1]

Al referir a tipos de consumo completamente distintos, se debería tomar con cautela los diferentes indicadores que pretenden medirlo. Sin embargo, también es necesario destacar que las ventas de bienes en supermercados, centros de compra y minoristas en general, refieren a un patrón de consumo característico de los sectores populares asalariados, por lo que su contracción es preocupante.
 

Entender la dinámica del consumo asalariado desde el empleo

Un aspecto llamativo es que la caída en estos indicadores se da en el marco de una recuperación del empleo registrado. En efecto, si bien el empleo registrado total creció en 0,5% anual en mayo, los indicadores oficiales de ventas de bienes registran bajas de entre -2,5% y -4,5% anual.

Indicadores de consumo de bienes y empleo registrado

Variación anual a mayo

Fuente: INDEC, CAME y MTEySS

La conjunción de caída del consumo masivo con creación de puestos de trabajo, puede estar asociado a una dinámica del empleo registrado por la cual pareciera haber privilegiado en el último año la creación de empleo de bajos salarios, en desmedro de aquellos con mayor remuneración. Por este motivo, a pesar de la recuperación de los ingresos salariales reales de los trabajadores registrados, el consumo permanecería débil.[2]

De acuerdo a los datos del MTEySS, en los últimos doce meses a mayo-17 los trabajadores registrados crecieron en 176.220. De este total, un 25% fueron Monotributistas Sociales y trabajadores en casas particulares (empleos con ingresos no mayores a los $6.000 mensuales en el caso de los primeros) y un 33% adicional fueron trabajadores monotributistas o autónomos, los cuales tienen en promedio ingresos muy por debajo de los asalariados registrados (un -30% de acuerdo a datos de la EPH).[3]

De esta forma, del total de la generación de empleo registrado, casi el 60% se corresponde con modalidades de ocupación de muy bajos ingresos. Del 42% del empleo restante, solo el 18% pertenece a asalariados privados.

Generación de empleo registrado en el último año

En cantidad de empleados y % del total

Fuente: elaboración propia sobre la base de MTEySS
 

Reconversión laboral: nuevos empleos a menores salarios

Si bien la generación de empleo asalariado registrado es bienvenida, al analizar lo que ocurre dentro del sector privado se observa que los sectores en los cuales se generó empleo son aquellos de menor salario relativo.

De acuerdo a los datos oficiales, la generación de empleo a mayo alcanzó 30.810 asalariados privados. Utilizando los datos de la Subsecretaría de Políticas, Estadísticas y Estudios Laborales es posible ordenar los diferentes sectores de acuerdo cuanto es el ingreso en dicha actividad en relación al promedio de los asalariados privados. A modo de ejemplo, el salario industrial resulta cerca de un 10% superior al asalariado promedio, mientras que los asalariados ocupados en actividades vinculadas al comercio perciben un -15% menos que el promedio.

En el siguiente gráfico se observa cómo se distribuyen los 30.810 nuevos asalariados, los cuales surgen de una caída de 30.000 asalariados en aquellas ramas con salarios superiores a la media, y 60.800 nuevos asalariados en aquellas ramas con salarios por debajo de la media.

Cantidad de asalariados registrados del sector privado

Variación en el último año

Fuente: elaboración propia en base a MTEySS

Al interior de ambos grupos, la dispersión resulta clara. El mayor crecimiento de asalariados registrados se produjo en aquellos sectores con salarios al menos un 25% inferior al promedio. Por su parte, la mayor destrucción de empleo se observa en aquellos asalariados que se encuentran hasta un 10% por encima del promedio, vinculado a la industria manufacturera.

De esta forma, e independientemente de la evolución de los ingresos reales de los trabajadores, el mercado de trabajo parece haberse configurado en el último año de forma tal de crear empleo de bajos ingresos, en detrimento de salarios altos. Entendemos que esta configuración es un factor que incide en la recuperación del consumo masivo de bienes.

Cantidad de asalariados registrados del sector privado por tramo de ingreso

Variación en el último año

Fuente: elaboración propia en base a MTEySS

[1] Esta metodología se resume en dos pasos principales. En primer lugar, se estiman las ventas al mercado interno (venta de bienes y servicios de producción nacional menos sus exportaciones, más sus importaciones, y menos la respectiva variación de existencias de bienes nacionales e importados).  Luego se aplican coeficientes para la asignación de su uso económico (consumo, formación bruta de capital fijo, uso intermedio), determinados previamente según la naturaleza de los productos involucrados.

[2] De acuerdo al Índice de Salarios publicado por INDEC, los salarios registrados subieron en junio un 29,7% anual en términos nominales, lo que implica un alza cercana al 6% anual real al deflactar por el IPC GBA.

[3] El Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social considera a los monotributistas sociales y monotributistas como empleo registrado. Sin embargo, los primeros son en general parte de programas estatales, mientras que el esquema de monotributo es una forma de elusión aportes y contribuciones a la Seguridad Social.

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